Las Populares y Las Divinas nos abren la puerta a su grabación. Amor, odio, venganza, amistad, magia y hechizos en una sola jornada de trabajo.
El día esta frío y lluvioso, y llegar al estudio de DoriMedia, en Martínez, se hace más complicado de lo que creíamos. Llegamos después del mediodía, junto con los chicos que trabajan en Patito Feo y que todavía van al colegio. A la mañana, la gente adulta del elenco ya había adelantado algunas escenas, por lo que quedaban pendientes las que involucraban a Laura Esquivel, Brenda Asnicar y demás integrantes de Pretty Land School. Al entrar a la grabación vemos que en un mismo estudio conviven la cocina, el living y el dormitorio de Antonella; inmediatamente al lado, el living, y la cocina de Leandro, y la habitación de Patito; en frente el escenario y el pasillo del colegio. Todo está tan pegado que cuesta pensar que jamás se vio en cámara una casa adentro de la otra.
Las primeras escenas son en el living de Antonella, donde Las Divinas hacen su entrada triunfal para contarle una importantísima noticia a su líder, pero se ven impedidas por la nueva media hermana en escena, Barbie (Eliana Gonzáles), y por su madrastra Francisca, interpretada por Verónica Vieyra.
Tras varios ensayos con muchas interrupciones, la escena se graba en una sola toma, y todos rápidamente se trasladan al pasillo del colegio para filmar una conversación entra Barbie y Bruno (Andrés Gil), el novio de Antonella (en la ficción), y también de Brenda (en la vida real). Resulta que, en la historia, Barbie está enamorada de Bruno, e intenta un montón de cosas para que el se fije en ella y se olvide de su verdadero amor. Pero, por supuesto, sus sentimientos son más fuertes y en esta escena le pide a Barbie que se aleje de su vida para siempre. A partir de la próxima toma la única estudiante que quedará en el set será Patito.
Rápido todos se trasladan al living de Leandro, el papá de Patito, interpretado por Juan Darthés. Se empujan cámaras, se patean cables, los peinadores y maquilladores corren con sus herramientas de trabajo, porque una escena importante está a punto de grabarse. Sucede que Carmen (Griselda Siciliani) aparece en un programa de televisión haciendo el ridículo, y Patito, Leandro, Blanca (Gloria Carrá) y Socorro (Fabiana García Lago) lo ven desde el living.
Apenas llega Laura Esquivel al estudio parece como si la tormenta, que desde la mañana se hacía presente, de golpe desapareciera. Laura irradia luz, energía y amabilidad, y no hay nadie en el estudio a quien ella no se acerque a saludar. La escena se graba esta vez casi sin ensayo, pero todos se quedaban al terminar, porque otra situación tendrá lugar en la casa de Leandro. Mientras ensayan un escena en la que Blanca está bajo un hechizo que la convierte en una mujer gorda (aunque el traje puesto es una tan delgada Gloria Carrá no la hace parecer muy excedida de peso), Griselda también se pone su traje de gordita en el camarín. Una vez que ingresa al estudio, su apariencia es, tan divertida que una risa generalizada invade el lugar. Lo primero que hace es saludar el bebé que hace de su hijo, que la esperaba en brazos de su verdadera mamá.
Cuando todos están listos aparece en el set Manuel Wirtz, quien interpreta a Hernán, el maestro de música de Pretty Land y amigo de la segundaria de Leandro. Wirtz llevó a su sobrina para que viera la grabación, y de paso conociera a la protagonista, la persona que tanto admira.
Apenas terminan la escena, Laura corre a su camarín a cambiarse, y nos invita a conocerlo. Ahí nos enteramos de que lo comparte con Brenda, y de que las chicas en realidad se llevan más que bien. Patito ahora está con el uniforme del Pretty Land School, la siguiente escena es donde Socorro, la chica que trabaja en la casa de Leandro, confiesa que realizó varios hechizos y que es la culpable de que Blanca y Carmen tengan 20 kilos más. La jornada termina cerca de las 21 horas, y todos se apuran para llegar rápido a sus casas, especialmente Laura que, confiesa, todavía tiene que hacer la tarea del cole. Las luces se apagan, los camarines se llenan, pero de inmediato se vacían, y el estacionamiento se descongestiona mientras los autos se internan en la tormenta. Esquivel, con la misma energía con la que empezó la jornada, saluda a todos antes de irse a su casa. Seguramente no debe ser fácil estudiar, trabajar y ser adolescente, sobre todo siendo Patito. Ella lo maneja como nadie.
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