martes, 16 de septiembre de 2008

Patito Feo

Enemigas irreconciliables en la ficción, Laura Esquivel y Brenda Asnicar comparten camarín en los estudios donde graban la tira de Canal 13. Cábalas, zapatillas y anteojos con vidrios sin aumento.

Aunque en la ficción de Patito feo no pueden ni verse, en la vida real, Laura Esquivel y Brenda Asnicar se llevan muy bien, se consideran muy buenas amigas. Y hasta comparten el camarín. ¡Y lo están decorando juntas!

"Nadie lo puede creer, pero nos llevamos muy bien y estamos encantadas de compartir el camarín", le revela a Clarín Brenda, en un alto de las grabaciones. Y sigue: "No pasamos demasiadas horas acá adentro y, por lo general, cuando una está grabando una escena, la otra no. Pero así y todo nos interesa que sea un lugar lindo, cómodo, donde podamos convivir contentas y si hay tiempo, charlar un rato. Así que nos arreglamos perfecto con el espacio".

¿Y qué hay en el universo secreto de las Divinas y de las Populares? Lo indispensable: un gran espejo de piso, otro de pared aunque sin las típicas luces que suelen enmarcar a los de los artistas, una cama para descansar porque suelen llegan directo del colegio, el vestuario y montones de pares de zapatos donde, por supuesto, se destacan las zapatillas de caña alta con brillos y lentejuelas rosas, verdes, negras, doradas y fucsias. "Son las preferidas de nuestras fans", dice Brenda, mientras muestra un sombrero tipo cowboy que decora el ambiente y es parte de la ropa que usó para la tapa de uno de los discos.

También hay un poco de bijou, brillo parta labios y un rimel "Después de dos años en Patito... algunos trucos aprendí para pintarme sola", advierte Esquivel, los anteojos que Patito usa en la tira de Ideas del Sur, y no mucho más. "Tengo por lo menos tres pares de anteojos y los vidrios son de plástico, sin aumento", confiesa Laura, mientras señala que "me los eligió la producción, porque yo no tengo ni idea". Al lado de las cajitas, asoma un perrito de peluche. "Es un regaló que me dio mi papá cuando era chiquita, un día que estaba enferma. Cuando nos planteamos con Brenda arreglar nosotras solas el camarín, se me ocurrió que sería lindo tenerlo como cábala".

Sobre una de las paredes, un gran paño de lentejuelas recubre parte de la pared blanquísima. "Nos lo regalaron nuestros amigos y amigas de utilería. Ellos son re buenos con nosotras. Y las hojas secas de árboles que pegamos por todos lados las sacamos de una casa con jardín donde grabamos el primer capítulo de esta temporada", confiesan a dúo las chicas.

Pero a este camarín, aunque luce impecable, le falta algunas cositas: "Sí, es verdad. Nos debemos un póster de Madonna que yo prometí regalarle a Brenda y otro de Snoopy, que es un perrito que me encanta", revela Laurita. Cerca de ellas, sus mamás se ríen, divertidas, porque siempre las acompañan. Es que no importa qué tan populares o divinas sean: aunque trabajen, tengan talento y sean muy responsables, no dejan de ser unas nenas.

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